Concierto: AXXIS + Gamma Ray + Helloween. 19 de enero de 2008
A veces un concierto, ese acontecimiento musical en el que unos miles de almas se juntan para ver a un puñado de músicos sobre un escenario, se antoja histórico, irrepetible y de obligada asistencia. A veces, pese a la ya buena costumbre de poder asistir a un concierto casi todas las semanas, uno espera ansioso que pasen los días mirando el calendario, soñando con la fecha señalada, para revivir la fiesta del Rock. A veces, la magia parece ser verdad, tocar al que se pone por delante y mostrar al mundo el poder del sentimiento, de unos acordes, de la fuerza de las gargantas.
El 19 de enero era de esas veces. Para muchos un sueño por fin cumplido, poder ver a Kai Hansen compartiendo escenario con “sus” Helloween. Para otros, la posibilidad de disfrutar un cartel de los que se paladean, de los que se disfrutan desde su misma concepción y de los que se sigue hablando muchas semanas después. Hellish Tour, o lo que es lo mismo, AXXIS, Gamma Ray y Helloween embarcados en una gira larga, visitando ciudades a las que a veces el rock parece haber olvidado, para presentar sus tres últimos discos, situados entre lo mejorcito publicado en 2007.
Pronto, muy temprano, nos encaminábamos a La Riviera para dar fe de la inmensa expectación que el concierto había generado. Con el cartel de “No hay entradas” saludándonos junto al recinto nos encaminamos a tener dos largas entrevistas con Michael Weikath y Kai Hansen (que ya podéis ver publicada en Rafa Basa) primero, y con Markus Grosskopf después. Un fantástico preludio departiendo con los músicos que iban a ser protagonistas un rato más tarde y que nos llevó a las 18:30, momento en que con puntualidad germana comenzaban AXXIS su concierto. La banda que lidera Bernard Weiss es una garantía de diversión y buen rollo, como ya han demostrado en las ocasiones que han tocado en nuestro país. Su show a base de usar la ya famosa “chuleta”, sus peculiares bailes y su simpatía no esconden en absoluto un cantante en gran estado de forma. Y si a ello le unimos una banda joven, dispuesta a divertirse tocando y a hacer botar a la parroquia, el conjunto es redondo.
En esta ocasión no se vio el acompañamiento femenino, pese a que en días anteriores se había especulado que podía cantar Ana Mladinovici, la vocalista de los rumanos Magica, pero eso supuso que el sonido del grupo resultase aún más Heavy. Realizaron un set corto, obligados por el poco tiempo que tenían, pero en el que repasaron algunos de los temas más celebrados de su carrera sin olvidar su último trabajo. Así, desde “Doom of Destiny” uno de los cortes más pegadizos de su actualidad o la power “Bloodangel” hasta las “Little look back” y, por supuesto, “Kingdom of the Night” la sala, que se iba llenando a marchas forzadas, no paró de saltar y de disfrutar. Media hora de actuación es muy poco tiempo, sin duda, pero pronto podremos disfrutarles más tiempo y espero que los más rezagados, que se los perdieron, descubran un valor seguro.
Tras AXXIS llegaba el momento de ver a Gamma Ray de nuevo en los escenarios madrileños. “Tito Kai” es mucho más que un músico de Heavy Metal. Encarna a la perfección el modelo de fan enloquecido con su música al mismo tiempo que es un gran profesional fiel a sus gustos. De ahí que sea una persona tan querida. Fuera del escenario nos lo demostró hablando largo y tendido, sin rehuir ningún tema. Dentro lo hizo de la única forma posible, moviendo a una sala llena y rendida ante el poder de sus riffs y su música.
En conciertos de la gira, debido a un proceso gripal, Hansen no había podido apenas cantar. No ocurrió así en Madrid. El invitado Henning Base, vocalista de Metallium iba a participar tan sólo en dos temas, eso sí, qué temazos: impresionante la versión de “Land of the free” y no menos buena su actuación en “Real world”. El resto de los temas los cantaría Kai, ya bastante recuperado y brillante en muchos momentos. Cómo no cantar de forma desaforada “Heaven can wait”, “Heavy Metal Universe” o “Ride the Sky”, himnos ya para la historia del Heavy Metal. No podemos olvidar al resto de la banda, ese Richter en su papel de mago de las seis cuerdas, la gran actitud de Dirk con el bajo o la barbaridad de Zimmerman en la batería.
“Somewhere out in Space” y “Send me a sign” acabarían por cerrar un concierto más de Gamma Ray. Uno más y otro tan bueno como siempre. Y es que el pequeño guitarrista y su banda son un valor seguro. Todavía sigo preguntándome cómo es posible que alguien diga que están muy vistos. Ellos son otra banda de esas para disfrutar una y otra vez.
Llegaba el final de fiesta con Helloween. Es curioso que Helloween arrasan en España año tras año, pese a cuajar muchas veces conciertos cuando menos mediocres. Pero su tirón con los viejos fans y su enganche de los nuevos parece no tener fin. Andi Deris, asentado hace años en el grupo, ya no es visto como un extraño, pese a la eterna polémica de si sus registros vocales son más o menos limitados. ¿Acaso alguien piensa que Lemmy tiene buena voz? La realidad es que es un cantante sobrio, especialmente cuando afronta temas de su época, y no tanto si las canciones son de la época Kiske. Helloween decidieron castigar a su vocalista haciéndole comenzar con el tema que da nombre al grupo. Gran canción, pero demasiado larga para el comienzo de un concierto. Más seguro en “Sole survivor” tanto él como la banda comenzaron a sentir el calor de una sala que parecía haber quedado un tanto apagada tras el trallazo Hansen y el comienzo a medio gas. Nuevamente el problema: “March of time”, uno de mis temas favoritos de Helloween, que no sonó mal, aunque el sufrimiento para llegar a los tonos más agudos era palpable. En fin, nada que no se haya dicho decenas de veces. Eso sí, esta vez Deris entonó casi perfecto en todas las canciones.
Tampoco se entendió muy bien que de su último disco, sobre el que existe bastante consenso en ser otro de los discos del año, sólo incluyeran dos temas: “As long as I fall”, muy cantado pese a no ser considerado de los mejores y la épica “The bells of seven hells”. No obstante los momentos de magia se sucedían con “A tale that wasn´t right”, “Eagle fly free” o “If i coud fly” y nos llevaban a disfrutar de unos Helloween que por fin brillaban al nivel que siempre se les ha exigido.
Para aprovechar el impactante escenario y echar algo de diversión incorporaron el “teatrillo de los enanos”, ese cachondeo que llevan haciendo durante toda la gira con parte de la banda disfrada de pitufos, cantando una versión de “Smoke on the water” antes de ser eliminados a tiros por el inefable Weiki. Hubo solo de batería, largo (y pesado) como no podía ser menos. Tal vez algún día los grupos de Heavy olviden esa herencia setentera de torturar a la audiencia de forma sistemática con un aporreo de tambores que poco o nada suele aportar. Pero es lo que hay. Y de ahí a un largo “medley” con fragmentos de “I can”, “Where the rain grows””Perfect gentleman” , “Power” y el cierre del “Keeper of the seven keys”.Quedaba el colofón final, la perla que había llamado tanto la atención. La interpretación de “Future world” y “I want out” con las dos bandas en el escenario. Emocionante y divertido. Vi a algún melenudo con la lagrimita a punto de salir de sus ojos mientras cantaba a voz en grito, observando algo con lo que todo el mundo sueña, con ver a Kai, a Markus y a Weiki juntos. Da igual, por ahora podemos quedarnos con conciertos como los de esta gira. Sin duda nuestra retina no los olvidará (Texto: Fernando Checa. Fotos: David Esquitino)
Etiquetas: Conciertos
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