Esta noche: Apurando las vacaciones

Esta noche, por ser el último domingo de agosto, Corsarios del Metal no acudirá a su cita semanal. Pese a que ya estamos en Madrid, y con las pilas cargadas tras un verano completo de acontecimientos y singladuras variadas, mantendremos la re-entrada para la semana próxima, donde tendremos un montón de novedades que ofreceros así como esperamos poder daros muchos más datos de la noticia que se conocía esta semana, la triste despedida de los zaragozanos ALABARDA.


Ojala pronto decidan volverse a poner en marcha y sus proyectos futuros, sean los que sean les lleven a la senda que ellos merecen. Hasta muy pronto, queridos amigos, ¡os echaremos de menos!

Feliz semana Corsaria!

Crítica. Starbreaker. Love´s dying wish

STARBREAKER: “Love´s dying wish” (Frontiers)

No sé qué le habrá pasado en su vida personal o al menos por su mente al bueno de Tony Harnell para facturar un disco tan extraño, oscuro, actual y sobre todo raro, que es la única palabra llana que se me ocurre para calificar este disco. Lo más raro precisamente es que el primer trabajo de STARBREAKER de 2004 fue un excelente álbum de hard/heavy clásico y ahora nos encontramos con una hipotética versión gótica y melancólica de la banda, con momentos casi más cercanos a THE CURE o DEPECHE MODE, arreglos cuasielectrónicos, mucho medio tiempo modernizado y un punto de tristeza generalizada, que además está presente desde la propia portada. De todos modos, el disco tiene su cosa, porque la calidad de sus miembros con gente como el guitarrista Magnuss Karlsson, el batería John Macaluso o el propio ex cantante de TNT así lo obligan, pero el disco descoloca y sin duda no es nada que se parezca a lo que cualquier fan de TNT o de los propios STARBREAKER podríamos esperar. De hecho, desde el comienzo con la muy moderna y extraña “End of alone” ya torcemos el gesto, que no cambia hasta el final, aunque haya ciertos temas tranquilos pero atractivos como “Evaporate”, “Hide”, la atmosférica “Building a wall” o la balada “This close”, que sí tienen su punto, aunque ya digo que no recuerdan ni por asomo a lo que podríamos esperarnos a la continuación del genial “Starbreaker”. Me gusta el deje melancólico general, las bonitas melodías de las guitarras y el punto vocal más “emotivo”, pero no le quito la razón a quien diga que el disco no hay por dónde cogerlo. Extraño y particular a un tiempo, aunque creo que tiene papeletas para ser de esos trabajos que te llaman mínimamente la atención al principio pero que acaban enterrados en la estantería para siempre, lo que no ocurría con el primero, ni posiblemente con el próximo trabajo de los propios TNT. (David Esquitino)

Crítica. From the inside. Visions

FROM THE INSIDE: “Visions” (Frontiers)

De mano de la melódica discográfica italiana, Frontiers, aquí tenemos el segundo trabajo de este proyecto del cantante de TYKETTO (y ex FASTWAY), Danny Vaughn. De nuevo estamos antes un buen disco de AOR o hard rock suave de calidad, con excelente sonido y esa clase y elegancia de los buenos músicos melódicos que obviamente te puede recordar por momentos a los grandes del género como JOURNEY, FIREHOUSE o FOREIGNER, además de ese deje a los TYKETTO menos “festivos” motivados por la fantástica voz de Danny. Para seguir añadiendo puntos positivos al disco, la labor del guitarrista de HOUSE OF LORDS, Jimi Bell, es fantástica, y le tenemos que sumar un extra a la producción de Fabricio Grossi, siempre exquisita. El problema es el de siempre en este tipo de discos, si no eres amante acérrimo del estilo, que al final acaba sobrando almíbar, temas a medio tiempo y se echa en falta un par de cortes más movidos para rematar el disco. Eso sí, hablando de AOR, es lo que hay, y está claro que temas como “Light years”, “Making waves”, la más guitarrera “Telemetry” o la pegadiza “Moment to moment”, además de un par de buenas baladas como “If it´s not love” o la propia “Visions” son realmente interesantes. Ni más ni menos, que otro gran disco de hard rock melódico de la fuente inagotable del catálogo de Frontiers, que casi nunca defrauda a los amantes del género. (David Esquitino)

Crítica. Judas Priest. Nostradamus

JUDAS PRIEST: “Nostradamus” (Sony):

Es muy difícil tener la verdad absoluta sobre el nuevo disco de los legendarios británicos así que esta vez voy a dar mi simple opinión personal sobre el mismo… Obviamente a estas alturas todos sabemos que es doble, conceptual y que habla de la vida del famoso profeta francés, así que no me extiendo en eso. Lo que sí quiero comentar que estamos ante una obra musical impresionante, excelente, aunque obviamente bastante alejada de lo que la mayoría de fans esperábamos de nuestros JUDAS, aparte quizás de un par de cortes como puedan ser “Death”, “Nostradamus” o “Persecution”, más netamente PRIEST clásico. Con esto quiero decir que es un disco para escuchar con otra idea, sin esperar los riffs afilados, el ataque inmisericorde y agudos imposibles santo y seña de la casa, que para eso ya tenemos toda la discografía anterior (obviando el infame “Demolition”, claro), clave e imprescindible para cualquiera que quiera saber qué es el heavy metal. No, esto es una ópera rock, un trabajo melódico, cargado de sentimiento, emoción, introducciones épicas y casi sinfónicas, y con unos arreglos de lujo, un álbum para paladear despacio e ir cogiéndole el punto poco a poco (porque inicialmente la decepción está casi asegurada, que yo mismo reconozco que a mí me pasó en un primer momento). La musicalidad es exquisita, las ambientaciones están conseguidísimas, la interpretación de todos los músicos es perfecta, la producción de los propios guitarristas sublime, Rob está supremo en su papel (sin tirar de agudos como antaño, y es que todos sabemos que los años no le han respetado al respecto, pero mostrando un nivel de interpretación casi teatral increíble) y la mayoría de temas e intros son una delicia. De hecho, darle una oportunidad a canciones como “Pestilence and plague”, soberbia, el medio tiempo “Alone”, la épica “War” o la pegadiza “Future of mankind” para cerrar, y seguro que acabáis disfrutándolas al máximo. Eso sí, como decía, caña y el heavy metal propio de quiénes lo crearon poquito, eso tenemos que asumirlo al enfrentarnos a “Nostradamus”, y esto hará que muchos viejos fans no terminen de aceptar el disco. De todos modos, yo lo soy, y la verdad es que las únicas pegas que le pongo (después de muchas escuchas, que soy el primero al que le ha costado aceptarlo) es que es demasiado largo y se acaba haciendo pesado (especialmente algunos temas más insustanciales como “New beginning” o “Conquest”), además de una horrible portada que no le hace nada de justicia a un trabajo que merecía una cubierta mucho más espectacular (por lo pronto en el libreto encontramos un dibujo impresionante referente a los Cuatro Jinetes del Apocalipsis que hubiera sido perfecto para tal fin). Por lo demás, una joya diferente pero más que digna tras un disco de reunión 100% PRIEST como sí fue “Angel of retribution” (que incluso ha ganado bastante solera en pocos años), que demuestra que los de Birmingham una vez más se reinventan a sí mismos y vuelven a ofrecernos un disco totalmente diferente como lo fueron a su vez en su momento “British steel”, “Turbo” o “Painkiller” , demostrando que incluso en el ocaso de su carrera siguen siendo muy grandes. La polémica sigue latente y las discusiones sobre si “Nostradamus” “mola” o es “un coñazo” me temo que durarán años, pero lo cierto es que yo no me canso de escucharlo, teniendo claro que mis JUDAS siguen siendo otros, las cosas como son… (David Esquitino)

Concierto. Yngwie Malmsteen. 2 de julio de 2008

YNGWIE MALMSTEEN – Madrid, 2 de Julio 08, La Riviera.

Ver a un guitarrista tan legendario y virtuoso como el sueco Yngwie Malmsteen en directo siempre es un lujo y un placer. Ahora, esto siempre tiene dos caras y es que nos encontramos con lo esperado: un concierto muy bueno de un guitarrista y personaje único, influencia directa e indirecta de la mayoría de instrumentistas que han surgido a partir de él, pero que, por mucho aliciente (y atractivo) que supusiera el que viniera con Ripper como vocalista (que lo tenía, y parte del público iba atraído por ese detalle) el guión no cambió un ápice de lo que son sus conciertos desde tiempos inmemoriales: El gran guitarrista demostrando todas sus capacidades, improvisando sólos (incluso con la acústica), tocando todos los estilos, incluso cantando él mismo un par de temas, tirando mil púas, haciendo "helicópteros" constantes, posando, cambiando constantemente de guitarra, manejando al 100% el tempo del concierto, "correteando" a lo largo y ancho del escenario, tocando con orquesta pregrabada de fondo, manejando al público a su antojo, haciendo "posturitas"... y de vez en cuando incluyendo píldoras geniales de su carrera. Ahora, como decía antes, tocando es insuperable y es imposible no mirarle con la boca abierta, tocando mil notas por segundo, masturbando el mástil como nadie, acariciando el instrumento, sacando melodías y arpegios de dónde no los hay, y además dando espectáculo (esas patadas al aire me encantan, jeje) y haciendo que el show sea visualmente igual de atractivo que la mera parte sonora.

Me gustó mucho el detalle de encontrarme a un Yngwie tocando realmente heavy y agresivo cuando encaraba las canciones como tal, evidenciando que "Attack", "Unleash the fury" y suponemos que el próximo trabajo, no son casualidad. Muy bien Ripper también (aunque me da pena que esté una vez más infravalorado y detrás de un jefe que le dicta al 100% lo que puede y no hacer encima del escenario) pero es obvio que no termina de encajar en un grupo como éste por muy bien que cante, y es que su estilo es demasiado heavy y clásico cuando tiene que encarar temas de los primeros tiempos mucho más melódicos y hardroqueros de Yngwie. Pese a todo, fue un lujo escucharle encarar temas más duros como "Never die" (buena sorpresa que abría "The seven sign"), "Demon driver" (perfectos los aullidos 100% Owens en ésta), "Cracking the whip" o "Crown of thorns" del último disco, además de "I'll see the light tonite" para cerrar, posiblemente el clásico en el que mejor encajó vocalmente en mi opinión. Por otro lado, creo que otros clásicos como la preciosa "Dreaming (tell me)" (y eso que Ripper no lo hizo nada mal metido en su papel de barítono al principio del tema) empalmada con el "Gates of Babylon" de RAINBOW, o la insuperable "You don't remember I'll never forget" suenan algo extrañas con la voz de Ripper.

Entre los temas y momentos instrumentales, que abundaron y en ciertas partes se hicieron incluso pesados a no ser que expresamente hubieras ido a ver "eso" en el concierto, obviamente destacaron las más conocidas composiciones como son "Far beyond the sun", la gran "Black star" (con intro acústica) o "I'm a viking", además de la excelente "Trilogy suite" que cerraba el citado disco años ha y que en directo fue una pasada. Particularmente me gustaron mucho también los dos blues que se cantó el propio Yngwie, buen vocalista a mi entender pero con una voz más desgarrada y grave, especialmente la conocida "Red house blues" de Hendrix. Y no me puedo olvidar de la parte del concierto donde Yngwie se enfrentó con su guitarra a la orquesta que sonaba por los altavoces, demostrando una vez más que, gustos personales y egocentrismos aparte, es un compositor, intérprete y arreglista clásico excelente.

Finalmente fue la conocida "I'll see the light tonight" del gran "Marching out" (precedida por un último sólo, en este caso acústico, e instrumental conocida empalmada con la última versión clásica cantada por el propio Yngwie) después de hora y tres cuartos de demostraciones, carreras por el escenario a la par que por el mástil, momentos álgidos y otros mucho más monótonos y de lucimiento personal que se nos hacen más pesados a los que somos menos duchos en el arte de adorar a los guitarristas solistas, exquisiteces sonoras y algún que otro "purete" también, nos íbamos a casa con la misma sensación que se suele tener después de los conciertos del sueco: "qué bueno es, qué pasada de guitarrista, cómo mola en directo… pero ojalá tocara más canciones normales y menos sólos, improvisaciones y demás". (Texto y Fotos, David Esquitino)

Crítica. Nikki Sixx. The heroin diaries

NIKKI SIXX: “The heroin diaries” (a year in the life of a shattered rock star)”

En este caso nos quitamos el tono habitual más centrado en la música para hablar de modo más literario de un libro ciertamente apasionante (aunque aparece acompañado en ciertas ediciones del CD de SIXX AM, la banda creada por Nikki relatando a modo de capítulos musicales cada parte del libro). Aquí tenemos el testimonio descarnado, contado en primera persona y con toda su crudeza, realidad, y fascinante atractivo de una de las mayores estrellas del rock, concretamente Nikki Sixx, bajista de MÖTLEY CRÜE, contando su particular descenso al infierno de la mano de la que declara “su amor verdadero” entonces, la heroína. El hilo argumental es cronológico y se basa en los propios diarios que Sixx escribió casi todos los días durante 1986 y parte de 1987 relatando su relación con la fama y la vida llevada al máximo de una estrella del rock en su mayor apogeo pero a la vez destrozado por una tremenda adicción politoxicómana, con especial incidencia en la heroína, cocaína y el alcohol, y a la vez comentando las experiencias y cada momento relatado en el libro por él mismo, sus compañeros de banda y demás personas que tenía alrededor en ese momento: familiares, amigos, entorno del grupo, personal de gira, camellos, groupies y novias de turno, otros músicos famosos (Slash, Lemmy…), visto y rememorado desde ahora.

Estamos ante un relato ciertamente apasionante, donde se pone de manifiesto como pocas veces el estilo de vida quizás tópico pero absolutamente cierto de una auténtica estrella del rock como las de antes, con la famosa trilogía “sexo, drogas y rock n´roll” en primera línea en todo momento y como pocas veces podremos leer de manera más real y directa. De todos modos, como la realidad que relata, obviamente su lectura tiene dos caras y por momentos resulta apasionante para pasar de inmediato a una sensación asfixiante, depresiva, muy profunda e intensa, en una experiencia que no dejará a nadie indiferente. Muchos nos preguntamos cómo una estrella con 25 años recién cumplidos que está consiguiendo todos sus sueños, el mayor de los éxitos además de toda la fama, dinero, sexo y diversión que nadie pueda incluso soñar puede a la vez caer en el más bajo de los delirios, de la propia esquizofrenia, locura, depresión, adicción y destrozar su vida hasta el punto de llegar a estar clínicamente muerte debido a los besos y mordiscos de su gran amor. En el libro encontramos decenas de historias fascinantes, todas ellas rodeadas de rock y lujo (impagables las opiniones sobre WHITESNAKE, con los que compartieron gira entonces, además de las descripciones de las noches de fiesta especialmente con Tommy Lee, además de las tiranteces con Vince Neil o relaciones con camellos de toda calaña), pero también una experiencia única en primera persona, un hilo argumental tan fascinante como adictivo, y a la vez triste, doloroso y realmente duro que te lleva a comprobar y casi experimentar por tí mismo todo lo que pasaba por la cabeza del músico, aunque más centrado en la propia persona, durante esos momentos. “The heroin diaries” es un libro ciertamente diferente, apasionante como pocos, y que pese a que ya digo que es crudo y bastante duro, no adolece de un estilo narrativo fascinante, un sentido del humor negro que acompaña a todas las experiencias que no deja indiferente, y una crudeza y punto experimental que asusta pero ayuda realmente a comprender cómo una droga dura se apodera de tu cuerpo, vida y sobre todo mente, además de dar muchas respuestas si sabes buscarlas.

La cara y la cruz de la fama y el éxito más absoluto, contado en primera persona y además en formato de lujo, con muchas fotografías inéditas y dibujos alusivos a lo que se va relatando. Aparte de ser lectura obligada para todos los fans de MÖTLEY, les encantará a lectores roqueros en general y a todo aquel que disfrute de este tipo de biografías “diferentes”. En definitiva, un libro imprescindible, eso sí, todavía no ha salido la edición traducida al castellano, así que por ahora hay que hacerse con la original en inglés y en principio buscarlo en tiendas especializadas o por Internet. (David Esquitino)

La semana de la Leyenda

O mejor aún, de las Leyendas del Rock. El festival que se confirma como la mejor alternativa en el verano español, con un cartel impresionante en el que estarán casi todos aquellos grupos españoles que podemos soñar.


A partir del jueves estaremos en Mazarrón y os aconsejamos este festival si queréis disfrutar de algo muy especial. ¡Entremos todos en la Leyenda!

Crítica. Journey. Revelations

JOURNEY: “Revelations” (Frontiers)

Desde la propia discográfica italiana que escogió el nombre como homenaje a uno de los discos más famosos de la banda norteamericana, nos llega el esperado nuevo trabajo de JOURNEY: una exquisita pieza del mejor hard rock y AOR melódico que es una auténtica delicia desde el principio al fin. Es obvio que lo que le hicieron al bueno de Jeff Scot Sotto es una putada, pero también está claro que el jefe Neal Schon quería una voz lo más parecida posible a la del original e insuperable Steve Perry y han encontrado exactamente lo que buscaban en el joven filipino, Arnel Pineda, que lo clava. Después, tras un par de trabajos en los últimos años como fueron “Arrival” y “Generations” que no terminaron de colmar al 100% las expectativas de los fans (sobre todo el segundo), por fin dan con la horma de su zapato con esta joyita que, en vinilo y con 20 años menos en el carnet de identidad, ya sería multiplatino. De todos modos, no se puede protestar sino sólo disfrutar de los mejores JOURNEY, con un Jonathan Cain muy protagonista a las teclas, un Neal Schon perfecto en melodías y garra, Dean Castronovo demostrando que, aparte de un gran batería, es un buenísimo cantante, Russ Valory cumpliendo al bajo, y Arnel Pineda haciendo grandes unos temas que, cantados por Perry, perfectamente serían clásicos en cualquiera de los mejores trabajos del grupo. Desde temas roqueros geniales como “Never walk alone” o “Wildest dream” hasta las inconfundibles baladas marca de la casa como “Like a sunshower” o “After all these years”, y por supuesto pasando por esos cortes 100% JOURNEY, pegadizos y totalmente AOR de calidad como son “Change for the better” o “Where did I lose your love”, un álbum fantástico. Por poner alguna pega, quizás los últimos cortes del disco bajan un peldaño con respecto a los 8 o 9 primeros, y la producción de Kevin Sherley (IRON MAIDEN y DEEP PURPLE en los últimos años) no me termina de convencer al 100%, pero aparte de estos nimios detalles, la vuelta de JOURNEY discográficamente hablando merece quitarse el sombrero. (David Esquitino)

Crítica. Sauze. Nada tiene sentido

SAUZE: “Nada tiene sentido” (Triple A Metal/Avispa):

SAUZE es la nueva banda formada por los ex WARCRY Alberto Ardines (batería), Fernando Mon (guitarra) y Manuel Ramil (teclista), con la participación del fantástico cantante de los hardroqueros (y también asturianos) HARD SPIRIT, Toni Amboaje. Pues bien, la propuesta está muy alejada, por si alguien lo dudaba, de las bandas citadas, y además no creo que convenza en absoluto a los fans de WARCRY, que seguro que son quiénes de primeras se fijen en ellos por aquello de la inmediata cercanía. No, los tiros no van por ahí sino en un sonido mucho más actual, modernizado, con intento de acercarse al progresivo por momentos pero lamentablemente sin mucho coherencia ni pies ni cabeza, en una mezcla que no hay por donde cogerla en casi ningún tema. Me duele decir esto especialmente de un grupo que acaba de nacer con toda la ilusión y ganas del mundo, pero creo que Ardines y compañía no han acertado en absoluto con el enfoque de esta banda y/o disco, al igual que con la producción del propio batería, bastante irregular y casi mediocre. Por salvar algo, la portada, presentación y demás es excelente, de auténtico lujo pero, como se suele decir, demasiado envoltorio para tan poco regalo. Hay temas como “Mi revolución” o “Estatuas de sal” que tienen su punto, pero en general el disco es complicado, extraño de más, excesivamente actual y sobre todo da la sensación que no sabe muy bien hacia dónde tira. Una pena porque tenía buena pinta inicialmente, pero me temo que la propuesta, al menos por ahora, no va a funcionar. Ahora, calidad en la banda hay de sobra así que seguro que de cara al futuro analizan lo que no ha terminado de coger forma en el primer disco y aclaran un poco más las ideas para convertirse en una banda más interesante de lo que lo son ahora mismo con este disco. (David Esquitino)

Concierto. White Lion. 3 de julio de 2008

Jueves 3 de Julio de 2008 - Sala Heineken - Madrid

Había muchas ganas de ver en España por primera vez como tal a los WHITE LION de Mike Tramp, con el clásico e histórico nombre detrás. Además, venían presentando nuevo disco, un fantástico "Return of the pride" que de haber salido 15 años atrás hubiera cosechado un éxito seguro porque es puro WHITE LION con la clase, estilo, sonido y calidad que se merece un nombre tan importante.

Con estas premisas introductorias, comentar que la sala Heineken registró una buena entrada para ser jueves y en fechas "interfestivales". Comencemos por los teloneros, que me resultaron una sorpresa muy positiva, aunque reconozco que un punto extra de calidad y sobre todo de rodaje les daría ese empujoncito que por temas, actitud y personalidad ya merecen. Si en disco me sonaron hardroqueros pero mucho más modernos y pesados, en directo ganan muchísimo y se nota que es dónde más a gusto se sienten. De los temas que ví me encantaron "Pretty in blood", el temazo "Fight you on my own" (más heavy pero superpegadiza y "macarrilla") y el medio tiempo "God made me your angel" con la que cerraron, una "power ballad" potente de toda la vida pero que funcionó muy bien en directo pese a que no es muy normal ver a bandas terminando con temas más lentos...

Y tras el buen concierto de los de Sheffield, venían los cabezas de cartel a demostrarnos que, con Vitto Bratta o sin él, siguen siendo una excelente formación de hard rock y que tienen algunas de las mejores canciones que se compusieron en los 80 en este estilo

Comentar que la banda que lleva Mike Tramp desde hace tiempo son en su mayoría australianos (y es que él mismo vive allí), pero que no tienen demasiado que envidiar (nostalgias, personalidad y leyenda aparte) a la formación clásica. Y del jefe Tramp comentar que sigue en forma, manteniendo esa imagen atractiva de "surfero del rock", con cuerpo esculpido a gimnasio pero a su vez cosido a tatuajes y esa estética de "maduro del rock" del que sabe que todavía tiene un montón de miradas femeninas posándose en él. Se gusta, se cuida y se expone en primera línea contorneándose con ese estilo tan característico que todos hemos visto en vídeos y conciertos de la época más gloriosa del grupo.

Eso sí, hay que decir que empezó el concierto muy frío y sobre todo cantando desastrosamente mal, destrozando un "Hungry" y "Little fighter”. Afortunadamente mejoró sobremanera con "Lonely nights" y a partir de ahí el concierto subió muchísimos enteros. De todos modos, había ganas de divertirse, de escuchar grandes canciones de la historia del hard rock y muchos ya sabíamos que Mike Tramp nunca ha sido el mejor cantante en directo, así que tampoco era justo darle demasiada importancia al comienzo cuando además efectivamente el concierto fue sin duda de menos a más, la banda se entonó enseguida, mejoró el sonido y también la actitud del público.
Me gustó bastante el set list, mezclando clásicos imprescindibles y que todos queríamos oír como "Wait", "Tell me" (muy coreada) o "Love don't come easy", con temas diferentes, no tan conocidos pero mucho menos comerciales y realmente guitarreros como "El Salvador" o "All the fallen men" de su primer disco, o la atractiva “Going home tonight". Además, tampoco dejaron de lado su último álbum, con tres de sus mejores canciones que no desentonaron en absoluto con los clásicos, y es que tanto "Set me free" (primer single), como la balada "Dream" y la excelente "Sangre de Cristo" (que además fue la última, "con dos cojones" y defendiendo su presente con orgullo), hoy serían rotundos clásicos de haber estado en discos anteriores.

Aparte de esto, obviamente todo grupo tiene sus dos o tres temas especiales que te ponen los pelos de punta en directo. En este caso está claro que "Broken heart" es única, deliciosamente pegadiza, y que "Lady of the valley" es posiblemente la mejor canción de la historia de la banda. Además, el tema popular y que no puede faltar en sus conciertos para poner a todo el mundo a bailar es su versión del "Radar love" de GOLDEN EARRING que rompió las listas de todo el mundo en el 89.

Por cierto, destacar un detalle que me pareció fantástico, y es que para los bises salieron los 5 con camisetas de la selección española de fútbol (la selección de fútbol acababa de ganar la Eurocopa). Un detalle simbólico pero muy simpático con el que se terminaron de ganar al público para terminar en lo más alto. Además, inesperadamente fue la preciosa "When the children cry", una de las baladas más emotivas de la historia, con la que abrieron el bis para cerrar finalmente con la citada "Sangre de Cristo". Valiente broche de oro para un concierto de hora y media larga que empezó muy flojo pero que fue sin duda in crescendo hasta acabar en un punto muy alto, sobre todo en la segunda mitad del show y bises.

Demostraron que, tras la negativa de Vitto Bratta, ésta es la mejor versión de WHITE LION que podemos tener y cómo tal soy el primero que levanto el pulgar a su favor. Así que lo dicho, por mí que sigan rugiendo por muchos años. (David Esquitino)

Crítica. Uzzhuaia. Destino Perdición

UZZHUAIA: “Destino perdición” (Cactus/Weight recordings) –

Aunque el título afirme lo contrario, afortunadamente estamos muy lejos de ir con destino perdición en cuanto a la calidad y cantidad de buenos discos y bandas duras que están surgiendo en España en los últimos años. Además, cuando hablamos netamente de rock, la etiqueta “Made in Valencia” es sin duda sinónimo de calidad suprema (SWEET LITTLE SISTER, STONE CIRCUS…). Tras un ya excelente álbum homónimo, aquí tenemos la continuación y de nuevo me quito el sombrero ante la clase de estos chicos, que han vuelto a parir un disco excelente, puro rock n´roll de escuela clásica, vintage o como prefiráis decir, pero fantástico en una palabra. Pese a ser un punto más “comercial” que el anterior, la presentación es impresionante (además, en colores del rock de toda la vida: negro cuero, gris tachuelero y rosa morro de Michael Monroe), el sonido exquisito (justo en el punto medio entre sucio, potente y nítido), los temas buenísimos (y cada vez con mejores letras), y la personalidad y actitud que rezuma el disco asusta. Vamos, el típico trabajo que te engancha y no te suelta, y con el que esperemos que por fin revienten las listas porque lo tienen todo para triunfar (¿o qué pasa, que el rock de calidad no merece volver a vender y estar bien arriba en las listas?). Desde el vacile guitarrero de “Baja California” o “No somos perfectos”, el punto exquisito y melódico de “La flor y la guerra” o la propia “Destino perdición”, el gancho comercial de lujo de “Carnaval” y“En blanco y negro” (que como single y un guapo vídeo seguro que rompía la pana), o la tralla roquera y guitarrera de “Cuando ya no quede nada” y la tralla sincera de “Desde Septiembre”, se merecen arrasar como la tormenta en Grande Rock. Lo dicho, cojonudo. (David Esquitino)

Crítica Perzonal War. Bloodline

PERZONAL WAR: “Bloodline” (AFM):

Aquí tenemos el sexto trabajo de estos interesantes alemanes "brutitos" capitaneados por el vocalista y guitarrista Mathias Zimmer. Poco a poco van reafirmándose cada vez más en un power/thrash muy interesante, pero con dejes más melódicos y incluso actuales. De todos modos, mantienen su base cañera recordando como siempre y según el tema a formaciones tan diversas como TESTAMENT, SLAYER, SOILWORK, RAGE y sobre todo IN FLAMES. Destacando puntos positivos, está claro que la producción es un acierto, sonando "Bloodline" equilibrado y potente en todo momento, sin perder filo, fuerza y fiereza. Otro detalle a comentar son las importantes colaboraciones con las que cuenta la banda en este disco, ni más ni menos que Victor Smolski de RAGE, Schmier de DESTRUCTION, Manni Schmidt de GRAVE DIGGER y ex RAGE, y Gus Chambers, vocalista de GRIP INC.
Quizás suenan más comerciales ahora, dentro de su estilo, claro, pero siguen mezclando con maestría su faceta más netamente thraser, como demuestran en "All sides black" o la salvaje "Shred", y esos toques de power metal americano de vieja escuela (METAL CHURCH, ICED EARTH...), con ese deje más melódico, pegadizo y accesible que seguro que les va a hacer abrir el espectro de fans con temas diferentes como "Dead meaning". Pero vamos, en general canciones como "Evolution" o la más melódica pero excelente "New confidence", además de la tralla de "All sides black", o el final más tranquilo con la extensa y emotiva "The same blood", merecen cuanto menos un reconocimiento. (David Esquitino)