Crítica: Faith and Fire. Accelerator
Detrás de este proyecto se esconden los nombres de Tony Moore y Mike Flynt, ex cantante y guitarrista actual (y desde hace muchos años) de RIOT respectivamente. Sólo con esto era evidente que las expectativas fueran muy altas de cara a este disco pero lamentablemente no se satisfacen. Es una pena porque la base de los temas es buena, los 4 músicos impresionantes y el punto roquero de la banda tiene mucho tirón a priori pero lo cierto es que una producción excesivamente modernizada y “americanizada”, unas baladas muy sosas (de las tres quizás la única que destaca sea “Breathe”), algún tema totalmente intrascendente e incomprensiblemente actual (hablando de los músicos de los que hablamos) como “Ready” o “Everything”, y una portada realmente fea estropean un disco que se queda en “debería haber sido genial”. Además, Tony Moore no lo hace mal pero está a años luz del cantante supremo que nos maravilló en esas dos joyas que son “Thundersteel” y “Privilege of power” y, ni puede llegar a los agudos poderosos de “Johnny´s back” o sobre todo la propia “Thundersteel”, ni alcanza el feeling de “Maryanne” o “The flight of the warrior” por poner ejemplos concretos de canciones de esos discos. Es una pena porque, siendo un gran fan de RIOT, esperaba mucho de este trabajo pero lo cierto es que sólo “Fallen” y “America” recuerdan a la grandísima banda americana y, aparte de otros temas roqueros interesantes como “Radio superstar” o la propia “Faith and fire”, el trabajo se queda a medio gas. Eso sí, hablar de disco mediocre sería muy injusto, y es cierto que la impresión mejora tras varias escuchas, pero personalmente me ha decepcionado y está muy lejos del discazo nuevo de RIOT, “Army of one”, con el que indirectamente tiene que competir y ser comparado. (David Esquitino)
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