Crítica: Wuthering Heights. The sadow cabinet
Normalmente los discos de power metal, “fantasiosos”, con toques folk… no me seducen demasiado pero, por otro lado, de vez en cuando aparece alguna banda en concreto que me conquista. Ya me pasó con SUIDAKRA (en tesituras más cañeras) y ahora me ocurre con WUTHERING HEIGHTS, aunque reconozco que la magia y fuerza de la voz del gran Nils Patrick Johansson de ASTRAL DOORS tiene mucho que ver en esto. El disco, ya el cuarto de la formación, parte de unas tesituras powermetaleras (aunque más de unos BLIND GUARDIAN que de unos RHAPSODY o STRATOVARIUS) y a partir de ahí va dibujando a partir de pinceles heavies, pinturas clásicas e incluso setenteras (esa influencia de ASTRAL DOORS, jeje), retazos folk e incluso medievales y creatividad e imaginación, mucha imaginación. Al final la magia aparece a través de geniales melodías y ritmos, momentos realmente pegadizos y de un gran feeling, que repito que tiene mucho que ver con el señor Nils. En estos discos es donde se demuestra la diferencia entre el buen power (el fresco, novedoso, hecho con inteligencia, grandes ideas y mucha personalidad) y el malo, el de los clones y borregos. Por ponerle alguna pega, creo que el disco baja un punto de calidad entre lo que sería la “cara A” (digamos los 5 primeros temas) y la “B” (los 6 siguientes), aunque quizás sea sólo cuestión de gustos o que han puesto los temas más directos y pegadizos al principio. Todos los temas son buenísimos y es una delicia ir escuchando el disco y descubriendo joyas y enganchándote más y más tema a tema, pero en concreto os recomiendo prestar mucha atención a “Demon desire”, “I shall not yield”, “Beautifool” y sobre la obra maestra del trabajo: “Faith – Apathy divine part I”. Pura magia y fantasía “medieval” en forma de disco de heavy metal. Buenísimo. (David Esquitino)
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