Crítica. Robin Beck. Livin´ on a dream
No os dejáis engañar por una portada más “poppie” de lo habitual en el universo corsario porque estamos ante el retorno musical de una de las mejores cantantes femeninas de rock tras unos años involucrada en otros proyectos. Más de 25 años de historia avalan la carrera de Robin Beck, una de esas cantantes que vivieron su apogeo a finales de los 80 y principios de los 90, de la mano de otras cantantes o bandas femeninas como BELINDA CARSLILE, ALANNAH MILES, LITA FORD, o las propias BANGLES (con Susana Hoffs al frente) y VIXEN. Actualmente está casada con James Christian, de HOUSE OF LORDS, y es un dato más que relevante porque James produce el disco, toca el bajo y los teclados en el mismo, hace coros, ha aportado composiciones, e incluso “ha cedido” a su genial nuevo guitarrista, Jimi Bell, para tocar en el nuevo proyecto de su esposa. El resultado es un disco de rock comercial 100% de corte melódico y “ochentero”, aunque con un gusto exquisito,sonido genial y un feeling impresionante. Además, hay mucho de HOUSE OF LORDS en el disco, con lo que estamos antes una mezcla genial entre el estilo original y pegadizo de la Robin Beck de siempre, con el punto melódico y especial de los mejores HOUSE OF LORDS. La preciosa voz de Robin Beck, en buena forma y manteniendo ese punto semidesgarrado marca de la casa pero con mucha, se muestra protagonista lógica del trabajo; y el único punto negativo lo encuentro en que la segunda mitad del disco quizás baja un punto el listón, y que quizás haya un par de cortes demasiado suaves (como “Nothing´s gonna change your world” por ejemplo) que se quedan algo “almibarados” de más para el punto roquero que predomina en “Livin´on a dream”… Estribillos, melodías, mucho gancho, sonido exquisito, canciones ultrapegadizas para un disco que sería “carne de radiofórmulas” en los 80 ya que tiene dos o tres clarísimos hits que antaño hubieran hecho trizas las listas de medio mundo. Casi veinte años después, se escucha con la misma frescura y encanto el temazo que abre y da título al trabajo, “Livin´on a dream”, un “cañonazo” pegadizo a la vieja usanza y de estribillo suprema, la preciosidad de un baladón/medio tiempo como “Always”, la fuerza más AOR de temas como “Love me like a man” o “Runaway” o el puntazo más hardroquero de “Magic” (más guitarrera y movida). Para esos momentos que necesitas que las guitarras no suenen tan agresivas al oído y te apetece disfrutar de un puntito más melódico y una preciosa voz femenina (ya madurita, jeje) que te haga soñar, un señor discazo. (David Esquitino)
Etiquetas: Discos
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