Crítica. Voodoo Circle. Voodoo Circle
Parece ser que en los últimos años se había perdido la buena costumbre de juntar músicos excelentes para lo que entonces se denominaban "supergrupos"..., y afortunadamente lo recupera Alex Beyroth (guitarrista, compositor y cabeza pensante del proyecto) juntándose con el gran vocalista David Readman (de PINK CREAM69), el propio Mat Sinner (bajista SINNER y PRIMAL FEAR, las dos ex bandas de Alex), el reputado batería Mel Gaynor (SIMPLE MINDS, GARY MOORE, BRIAN MAY...) y el teclista Jimmy Kresic. Su idea era conseguir ese espíritu del hard rock clásico, el sonido melódico con guitarras protagonistas, excelentes melodías y Hammond de toda la vida, y es exactamente lo que tenemos aquí. . Desde el primer momento comentó que no quería ser original sino recuperar ese sonido clásico perdido, y hacerlo con los mejores músicos posibles y ofrecer un producto realmente interesante y de calidad, y exactamente eso es lo que es este primer trabajo.
Se ha sacado de la manga un trabajo excelente, exquisito a más no poder, muy clásico, y donde prima el buen gusto, la elegancia y la clase sobre cualquier otra característica, como siempre ha ocurrido en las bandas legendarias en las que se ha fijado el protagonista en todo momento a la hora de dar vida a VOODOO CIRCLE: RAINBOW, DEEP PURPLE, JOURNEY y sobre todo el YNGWIE de antaño, al que "imita" e idolotra en todo momento del CD (aunque, como bien me decía alguien el otro día, "ya le gustaría a Yngwie hacer este CD a estas alturas"). De hecho, buscado o no, desde la portada el disco es un homenaje al primer Yngwie Malsmteen, y todas las canciones del proyecto recuerdan a la magia, actualmente adormilada, de las joyas que poblaban discazos como "Eclipse", "Trilogy", "Magnus opus" o "Fire&Ice", y por ende a las etapas de los fantásticos Goran Edman, Mark Boals y el gran Joe Lynn Turner. Además, la producción exquisita de Dennis Ward una vez más es excelente y es que ha conseguido una factura exquisita junto al propio Beyroth "jugando" con el sonido del trabajo. El homenaje indisimulado de un buen guitarrista a uno de los más grandes (y a su mejor época) y un álbum que está bastante por encima de la media de "discos base" que se han editado en los últimos meses.
Hablando de los temas, el disco se compone de 11 en su edición normal, y son canciones de hard/heavy melódico y neoclásico de la mejor calidad. Poniendo las cartas desde el principio con la melódica y pegadiza "Spewing lies", y rematando con un tema instrumental llamado "White lady requiem" en el que casi parece querer decir, "gracias, maestros", todo es homenaje y nivel muy alto a un tiempo. Entonces, desde el toque más hardroquero y ochentero de "Desperate heart" o "Kingdom of the blind, el punto casi AOR de "Master of illusion" o el deje JOURNEY de la genial "We'll never learn", o incluso el punto a lo RAINBOW/TONY MARTIN de "Man and machine" , al guiño total al sueco de los Rolex y los Ferraris de la rápida "Angels will cry". Pues lo dicho, un proyecto de lujo de un supergrupo muy interesante, y un señor discazo, para los que echamos de menos un estilo, una forma de hacer canciones y un sonido que, lamentablemente, ya casi no existe ni entre los que lo crearon. (David Esquitino)
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