Crítica: Impelliteri. Wicked Maiden
Nunca he entendido la manía de los músicos clásicos de intentarnos hacernos creer de repente que "ahora" les gusta otro tipo de música, que han evolucionado. Pues bien, en otro momento dado resulta que de nuevo el heavy clásico ya no está tan denostado, que incluso en Estados Unidos vuelve a funcionar como siempre, y los músicos veteranos por fin se pueden quitar esa absurda máscara de modernos que nadie se ha creído nunca (ellos los primeros) Pues bien, ni más ni menos que esto es lo que ha hecho el buen guitarrista norteamericano, echando al tal Curtis Skelton y recuperando a su cantante talismán, el gran Rob Rock con el que grabó sus mejores discos (con los máximos respetos al increíble "Stand in line" con Graham Bonnet, por supuesto) como su primer EP o los fantásticos "Answer to the master" y "Eye of the hurricane", y volviendo al 100% a su definido sonido de heavy clásico, con dejes de speed/power metal melódico norteamericano, y sus siempre reverencias indisimuladas a los mejores YNGWIE/RAINBOW. Y como tal nos encontramos con un fantástico trabajo de heavy metal de toda la vida, de reminiscencias totalmente ochenteras (aunque el sonido tiene sus aristas y guiños actuales, para que quede claro que en 2009 también se puede sonar clásico sin perder frescura).
A nivel musical, obviamente los protagonistas indiscutibles son la guitarra de Chris (en su estilo tradicional y definido tradicional), y la voz de Rob Rock, eternamente maravillosa, y aportando ese extra a los temas que sólo los más grandes saben o pueden darle: la elegancia, melodía, personalidad... la chispa y magia en definitiva. Además, los temas tienen esa mezcla perfecta que antaño parece que estaba claro que es la clave para que este estilo funcione: el punto justo de equilibrio entre caña y melodía para que esto sea simplemente heavy metal. Y se pegan, tienen gancho, fuerza y ese toque que lamentablemente se ha perdido en los últimos años: la comercialidad bien entendida dentro de la potencia reinante. Son 10 temas directos, macarrillas, con encanto y punto pegadizo donde manda la guitarra y las melodías vocales te pegan y/o acarician a la primera. Me han encantado por ejemplo el punto rotundo y netamente heavy de la propia "Wicked maiden" (perfecta para comenzar poniendo las cartas sobre la mesa), "Wonderful life" (muy ROB ROCK al estilo de su increíble primer trabajo en solitario, puro power/speed melódico de vieja escuela) o la épica y cruda "The battle rages on" (en onda de los temas más "oscuros" de YNGWIE de estos últimos años, pero sonando clásico y con Rob ofreciendo lujo vocal). Luego el punto más melódico aparece en otros temazos como la fantástica "Last of a dying breed" (totalmente marca de la casa), la excelente "Eyes of and angel" (superpegadiza, ochentera a tope, un temazo impresionante donde Rob Rock demuestra que es uno de los elegidos), o la hardroquera "High school revolution" (divertida, movida y alegre, muy RAINBOW con DIO pero con trasfondo a lo WHITESNAKE, un tema a lo "Long live rock n'roll" de esos que te mueven sí o sí). Y no me olvido de las raíces de Chris, "homenajeando" a Yngwie en "Weapons of mass distortion" (con mayor presencia de guitarra neoclásica). Personalmente es una delicia y un lujo poder volver a escuchar un trabajo 100% IMPELLITERI, que me recuerde al heavy de hace muchos años y que me haga desear comprar este disco en vinilo, donde tiene que sonar de muerte, y la portada lucirá de maravilla en el tamaño en el que probablemente fuera dibujado/concebido. (David Esquitino)
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