Crítica. Helloween. Gambling with the devil
¡Los clásicos vuelven a responder y a hacer discos a la altura del nombre que defienden, viva, viva!... Bromas aparte, la mítica banda germana cerró el círculo el año pasado con una irregular tercera parte (doble además) y final para sus legendarios “Keepers of the seven keys”. Entonces, cuando pensábamos que discográficamente ya podían ofrecernos poco y tendrían que seguir viviendo de su más que glorioso pasado, nos sorprenden con un más que fresco y clásico “Gambling with the devil” para demostrarnos que, afortunadamente, todavía tienen cuerda y futuro para rato. Tras un par de discos realmente flojos como “Rabbits don´t come easy” o “The dark ride”, con la tercera parte de los “Keeper”, “The legacy”, se cerraba un ciclo, como decía, y HELLOWEEN han resurgido con más fuerza que nunca de la mano de un señor discazo muy, muy potente, mucho más heavy, clásico y cañero que los 3 anteriores y que no es descabellado decir que podría ser casi un “Walls of Jericho” en 2007, salvando las distancias temporales y de formación, por supuesto. De hecho, encontramos muchas miradas atrás en el sonido (con las lógicas actualizaciones en algunas guitarras y detalles de la producción de Charlie Bauerfiend), guiños tanto a los dos primeros “Kepper” como sobre todo a un disco cojonudo como fue “Better than raw” de 1998, variedad estilística… En definitiva, rock n´roll, heavy metal, caña, buenas melodías 100% HELLOWEEN, algún guiño progresivo-sinfónico en temas más suaves como “Fallen to pieces”, y un Andi Deris haciendo su mejor trabajo vocal desde hace muchos años (la duda será ver como se defiende en directo, pero eso no nos compete por ahora). Por cierto, en este caso la típica intro “calabacera” a lo “Invitation”, “Irritation”, “Initiation” y demás juegos de palabras que suelen usar para comenzar los trabajos, es sustituida por una intro/acertijo que va a sorprender a más de uno (no en vano, cuentan con la voz del más sabio de los diablos, Byff Byfford como “narrador”). A destacar el trabajo de los dos guitarristas, el viejo Weiki y el joven Sascha Gerstner, más compenetrados que nunca, y las baterías de Daniel Loëble, perfecto en esta ocasión. ¿Temas?, pues de todo y para todos los gustos, desde la tralla de “Kill it” (¿HELLOWEEN haciendo de JUDAS?), “The bells of the seven hell” o “Paint a new world” (más power), el punto más melódico y pegadizo del single “As long as I fall” y la “vacilona” “Can do it”, o la grandilocuencia de dos temazos como “The saints” y “Fallen to pieces” (ésta a medio tiempo y con reminiscencias por momentos a bandas como QUEEN o incluso PINK FLOYD o GENESIS, pero sin perder el punto HELLOWEEN). Muy bueno y realmente me ha dado un gran alegrón el comprobar que no están tan acabados como pensaba. (David Esquitino)
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