Crítica. Gamma Ray. Land of the Free II

GAMMA RAY: “Land of the free II” (SPV):

Tras una impresionante portada (que, todo sea dicho, merece ser apreciada en vinilo) y un cierto pretencioso título (y nos olvidamos de los posibles oportunismos y aprovechamientos del mismo), aquí tenemos el nuevo álbum de los germanos, cerrando una etapa algo más oscura e irregular y volviendo por la puerta grande al estilo y calidad que les vio…renacer (recordemos que el “Land of the free” original, de 1993, fue el primer álbum de la banda tras los fantásticos 4 discos con Ralf Scheepers, el primero con Kai cantando, y el que marcó sin duda la personalidad de la banda desde entonces). Pese a no ser exactamente una continuación musical y conceptual del mismo, sí es cierto que han recuperado ese punto más “happy”, las melodías tan pegadizas 100% Kai Hansen, y ese toque más netamente GAMMA RAY que se podía echar de menos en los irregulares dos o tres últimos álbumes del grupo (con las reminiscencias a JUDAS PRIEST por un lado, y una cierta oscuridad en la propuesta por el otro que no dejaban de parecernos algo fuera de lugar, especialmente lo segundo, en una banda tan importante y con un estilo propio tan marcado). Es muy interesante el hecho de que han conseguido aunar todos los momentos musicales de su historia en un mismo disco, pero ahora volviendo a sonar sólo a ellos y demostrándonos que la decadencia que algunos podían intuir tras un flojo “Majestic” está todavía muy lejana. Poderosos ataques de furia power 100% GAMMA RAY en “Into the storm” o “To mother earth”, grandes melodías alegres y pegadizas en “Rain” o “Real world”, el punto más clásico y añejo (incluso con regustillo a veces a la primera etapa de la banda) de “When the world” y sobre todo “Leaving hell”, el toque distinto pero muy interesante de “Empress” (algo más experimental de todos modos), los guiños al clásico “Rime of the ancient mariner” de MAIDEN de “Opportunity”, las ligeras reminiscencias a su “Rebellion in dreamland” de “From the ashes” o el final extenso y soberbio a lo “Armaggedon” o “Heading for tomorrow” de “Insurrection”… Todo ello dan forma a un gran disco de resurrección que, pese a no superar al original, se queda muy cerca, y nos trae de vuelta a los mejores GAMMA RAY, a la genuina banda que sí es capaz de hacer sombra al histórico pasado de su líder (y superando con creces al mediocre “Keeper III”, por si alguien tenía alguna duda). Por cierto, acojonante sonido y producción. (David Esquitino)