Crítica. Harcore Superstar. Dreamin´in a casket

HARDCORE SUPERSTAR: “Dreamin´in a casket” (Gain Records)

Me encantan estos tíos y me tienen enganchadísimo, no lo puedo evitar. Dos años después de editar esa joya llamada “Hardcore superstar”, con la que iniciaron esta exitosa segunda etapa, totalmente “angelina” y sleazy en la que están metidos actualmente, nos llega la buena continuación al mismo. Manteniendo la rabia, morro, toque sucio y garajero, la macarrería, aunque también el toque pegadizo y el gusto por las buenas melodías y estribillos, nos encontramos con un álbum que el único problema que tiene es el tener que competir directamente con uno de los mejores discos de rock editados en los últimos años, y ahí pierde quizás injustamente cierto valor. Manteniendo el estilo a lo TESLA, LA GUNS, MÖTLEY CRÜE… pero desde una perspectiva más europea, en este caso los suecos nos ofrecen unas guitarras algo más duras y pesadas pero al final la misma buena colección de canciones que han hecho de esta banda la punta de lanza sin duda de este gran resurgimiento del hard rock clásico, “angelino” y “macarruzo” que se está viviendo especialmente en el norte de Europa. A nivel de canciones, la única pega es de nuevo la comparación con el álbum anterior y no encontrar hit singles supremos como fueron “We don´t celebrate sundays”, “Hateful”, “Wild boyz” o el baladón “Standing on the verge”, pero aún así la colección de temazos es cojonuda desde la caña de “Need no company”, “Wake up dead in a garbajean” o “No resistance” (en tesituras más punkroqueras), la melodía hardroquera de “Spreading the news” o “Sorry for the shape I´m in”, hasta el toque vacilón y gamberro de “Sophysticated ladies” (bromeando con el tópico de que “las feas son más fáciles”, jeje). Repito que el único problema del disco es tener la “mala suerte” de ser el siguiente paso de “Hardcore superstar” y seguro y que dentro de unos años se valora mejor. Aún así, otra lección de rock n´roll y macarrería de la banda más gamberra y macarra que ha salido en el estilo y años. Por cierto, nos visitan en diciembre pero no pasan por Madrid, ¡mierda! (David Esquitino)