Crítica. Skydancer. Pozo de lágrimas

SKYDANCER: “Pozo de lágrimas” (El diablo):

Aquí tenemos otro de esos discos que de primeras no te llaman demasiado la atención o piensas que no va a aportar demasiado pero que te llevas una agradable sorpresa cuando lo escuchas. Son una joven banda de Vigo que se definen como una mezcla de heavy metal con toques de dark/gothic, además de tener como referentes, (a nivel de sonido no estilo, ojo), a bandas como DARK TRANQUILITY o IN FLAMES. De todos modos, estas definiciones suelen ser vagas cuando hablamos de un grupo con personalidad propia, algo que lamentablemente no suele ser habitual en estos tiempos, y con esa chispa especial que separa a los que tienen algo que decir de los que sólo tratan de imitar lo que ya han dicho otros antes. Aunque en una primera escucha me recordaron al estilo de los dos primeros discos de AMSET, aquí tenemos mucha chicha, un heavy metal clásico, “nórdico” y oscuro mezclado con un concepto y temática romántica, interesantes letras, curiosa voz más desgarrada (acercándose alguna vez incluso al black, aunque se queda antes) y un toque extrañamente pegadizo que te engancha y te lleva a su lúgubre guarida a las pocas escuchas. Está claro que con su primer lanzamiento no van a tocar el cielo, y hay detalles a mejorar (por ejemplo la producción, que pese a todo no está nada mal, o algunas instrumentaciones) pero la intención, calidad y sobre todo originalidad es lo que cuenta y “Pozo de lágrimas” está muy por encima de la media a este respecto. Estructuras más ralentizadas, buenas melodías, letras con tino, intención y un llamativo punto “misterioso” y gótico (con teclado incluido) que seguro que tiene que ver con el hecho de provenir de tierras de meigas, lluvia y tono general más gris, para un disco que me ha llamado mucho la atención desde el principio. Quizás los mejores temas me parezcan “Retrato cadáver” (más acelerada y muy guapa), “No volverás a sonreír” y las dos partes de “Juntos en la muerte” (la primera más a medio tiempo y con un delicioso toque femenino y melódico al final que me ha encantado, y la segunda más dura), pero en general todo el disco merece la pena y es una lástima que, una vez más, tengan que lidiar con la etiqueta de “banda nacional” porque si cantaran en inglés y provinieran de los fiordos noruegos (por ejemplo) seguro que se les prestaría la atención merecida. (David Esquitino)