Concierto. Jaded Heart + The Poodles
Crónica de THE POODLES + JADED HEART (viernes 11 de abril de 2008,
sala Heineken).
Había ganas, muchas ganas de ver a “los caniches” en Madrid, además en solitario por fin tras la buena impresión que nos dejaron en su anterior visita teloneando a HAMMERFALL y KROKUS en 2006, y la excelente acogida de su reciente segundo trabajo “Sweet trade”. En su país, Suecia, son muy grandes y, aunque en España obviamente el impacto de la banda es menor, la verdad es que en Madrid se registró una muy buena entrada para verles. Además, venían acompañados de una fantástica formación hardroquera germana como son los JADED HEART del batería Alex Kruse (que tocó con la de los cabezas de cartel… aunque “sólo” con dos bombos de los cuatro que veríamos luego) y el bajista Michael Muller, que venían también con un gran “Sinister mind” que también les ha funcionado muy bien reverdeciendo por fin el éxito que tuvieron en sus primeros tiempos desde la primera mitad de los 90 con Michael Boorman al frente. Ahora con un altísimo Johan Falberg como frontman (más joven y “gótico” que sus compañeros, de estética y actitud más heavy/hardroquera de vieja escuela) y dándole mucha cancha a sus dos últimos trabajos, nos dejaron un gran sabor de boca, sonando muy bien y animando de lujo a la concurrencia (con bastante público propio, por cierto) que se lo pasó de lujo con los germanos. Finalmente incidieron más en sus temas clásicos destacando “Inside out” o “Feels like home”, además de la versión de AVANTASIA, “Paid my dudes” que funcionó perfecta en directo. Muy bien por JADED HEART y a ver si tenemos la ocasión de volver a verles más adelante a ellos sólos como cabezas de cartel…
De todos modos, esta noche los “jefes” eran THE POODLES y desde el principio se demostró que había ganas de cantar y bailar al ritmo de los pegadizos temas de los suecos. Es curioso (y muy reconfortante) cómo está resurgiendo el hard rock clásico desde el norte de Europa y cómo salen fantásticas bandas rememorando “tiempos mejores” y recordándonos en música, estilo, actitud e incluso imagen (al menos en THE POODLES al 100%) los años en los que estar encima de un escenario era una fiesta y cada concierto era un decálogo de actitud, poses e incluso “clichés” (y es que se nota que el cantante Jakob se ha chupado todo el catálogo de vídeos de Mike Tramp, Vince Neil, Dave Lee Roth y Jon Bon Jovi, y especialmente el batería también conoce a un tal Tommy Lee, además del gusto indisimulado del guitarrista por alguien como John Sykes), pero todo ello dicho en el aspecto más positivo del término, no me entendáis mal.
Destacar en el escenario los grandes telones con el logo del grupo, una enorme batería con ¡cuatro bombos!, cada uno con la cara de los músicos, y la propia actitud de la banda, 100% hardroquera, divertida y vacilona, y es que no pararon de moverse, bailar y animar a la gente desde el primer segundo al último, muy bien. El sonido también fantástico, por cierto, y es que en Caracol una vez más no hubo sorpresas negativas al respecto, y además me quedo con la propia actitud del público, cantando, saltando y bailando como ya no se ve en demasiados conciertos. Todo esto hizo que el show de hora y media fuera toda una fiesta hardroquera y que todos lo pasáramos en grande con la música macarrilla, divertida y movida de los suecos.
Dentro del buen nivel general de la banda, destacaando por mi parte a los 4 tanto individualmente como a nivel de conjunto, pero sí me gustaría comentar particularmente lo gran frontman que es Jakob Samuel (quizás más flojo como cantante en sí, aunque cumplió de sobra… e impagable su “taparrabos” de cuero negro con tachuelas, jeje), el pedazo de guitarrista que acaban de perder (recordemos que Pontus Norgren se ha ido a HAMMERFALL recientemente) y que me parece el mejor músico de la banda, además de la fuerza y actitud entusiasta y 100% cargada de energía tanto del bajista Pontus Egberg (que no paró de “macarrear” y mover la melena en ningún momento… y guapísimo su bajo plateado/labrado) como del batería Christian Lundvquist (que se subía continuamente a su instrumento para animar a la gente).
De todos modos, fue un muy buen concierto donde los POODLES demostraron que no son precisamente un proyecto de marketing o algo parecido, y que el hard rock en España goza de muy buena salud (al menos a nivel de aceptación y seguidores). Particularmente me alegré mucho de comprobar que los buenos grupos “nuevos” están funcionando razonablemente bien en los últimos tiempos en nuestro país (recordemos los éxitos de las últimas venidas de gente como GOTTHARD, EDGUY, o los propios HARDCORE SUPERSTAR o THE POODLES, y es que la gente todavía tiene ganas de pasárselo bien viendo a buenas bandas en salas (y muchas chicas y gente de todas las edades entre el público, ¡muy bien!). Toda una noche de pasión, vaya.
Texto y fotos: David Esquitino
Etiquetas: Conciertos
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