Crítica. Uli Jon Roth. Under a dark sky

ULI JON ROTH: “Under a dark sky” (SPV):

Que el gran Uli Jon Roth es un genio es algo que obviamente todo fan de SCORPIONS sabe. De hecho, junto a Klaus y Rudolf le debemos la magia setentera y tan particular de la primera etapa de la gran banda germana. La razón de marcharse a finales de los 70 fue que él siempre ha sido un guitarrista, músico y compositor muy particular, amante de otra época, otros sonidos y sobre todo un alma libre, hippie y roquera que nunca se ha casado con ningún tipo de comercialidad, convencionalismo o propuesta que no fuera cuanto menos particular y diferente. Además, de excelente guitarrista (y multiinstrumentista), es un compositor muy clásico, neoclásico si queremos aceptar el término, y con tal arte y música en la cabeza que es imposible encontrarnos con un disco suyo convencional. De hecho, en los últimos tiempos tiende a mezclar más que nunca la música clásica con el rock, y ni más ni menos que esto es “Under a dark sky”, una suite o mejor dicho un disco clásico dividido en varias partes o canciones, cada una con su propia vida y personalidad, y tocada incluyendo una orquesta y un coro que obviamente aporta una grandilocuencia, musicalidad y profundidad a la propuesta que hace que el disco no sea fácil de escuchar y disfrutar. De hecho, no estamos ante un “álbum” de canciones sin más, sino que las composiciones de Uli nos van llevando desafiando las normas del rock y la música clásica continuamente. Desde largos momentos instrumentales a partes más roqueras, adornadas de lujo por las fantásticas voces tanto del gran Mark Boals como de la ex SAHARA Liz Vandall, y por supuesto tocado por la varita mágica de Roth, que toca guitarras, bajos y teclados, en una mezcla cuanto menos particular, creativamente increíble pero que cuesta, sobre todo si te esperas algo parecido a joyas como “In trance” o “Virgen killer”. En definitiva, una joya musical pero que ni es para todo el mundo ni lamentablemente tendrá la salida o repercusión que un trabajo del magnitud merecería. Música clásica, rock, heavy metal setentero, melodías excelentes y una musicalidad impresionante para un disco que seguro que sorprenderá muchísimo pero que quizás no sea para el público tipo del rock y el heavy metal. (David Esquitino)