Crítica. Jero ramiro. Tenebrarium

JERO RAMIRO – “Tenebrarium” (Escarapión/Avispa):

Hace ya varias semanas que se editó el primer trabajo en solitario del señor Jero Ramiro, uno de los guitarristas (y compositor genial, por cierto) españoles más legendarios, respetados y reputados y que ha pasado por bandas tan importantes de nuestro heavy metal como SANTA, ÑU o SARATOGA más recientemente. Se nos había quedado en el tintero pero creo que un trabajo tan interesante como “Tenebrarium” merecía salir destacado en Corsarios. Reconozco que en un principio me asusté al pensar que me encontraría con otro disco instrumental por el que los músicos babean pero de los que los “escuchantes de a pie” acabamos renegando por exceso de virtuosismo y aburrimiento, pero afortunadamente no es así. De hecho, Jero ha sabido conjugar perfectamente su faceta de guitarrista, de solista y de compositor, pero sin olvidarse en ningún momento de hacer temas, de hacer canciones en las que simplemente no hay voz, pero donde predominan las melodías, las estructuras, el buen gusto y las intenciones de hacer canciones completas y no sólo piezas de música para músicos, entendidos y amantes de los virtuosismos y virguerías sin más a las cuatro cuerdas. Eso sí, que nadie me malinterprete, que de calidad y clase rebosa el disco, pero afortunadamente la escucha no se hace pesada ni aburrida en ningún momento, y es una delicia ir escuchando canción por canción y disfrutarlas como si se tratara de cualquier disco cantado… y es que simplemente la melodía de la guitarra sustituye a la de la voz en muchos momentos, pero el bajo y batería siguen teniendo su presencia y protagonismo, aunque obviamente “mande” la guitarra. Me gusta además la variedad que destila el trabajo, desde los temas más cañeros como “De ahora en adelante”, “El risco” o “Tie”, las preciosas melodías de “Marta” (dedicada a su hija) o “Te echo de menos” (dedicada a su vez a Big Simon) o temas más heavies que perfectamente podrían haber estado en discos de SARATOGA con voz como “El escarapión” o la propia “Tenebrarium”. Por cierto, lo ha producido el propio Jero… En definitiva, un disco muy interesante, que se escucha de manera muy agradable de un tirón (y esto es algo que no suele ocurrir ni de lejos con los álbumes instrumentales) y que me ha sorprendido y gustado más de lo que pensaba. La pena es que, una vez más, se quede como joya de coleccionista para unos pocos. (David Esquitino)