Crítica. Lou Gramm. Lou Gramm Band
Aquí tenemos el que, hablando con propiedad, sería el tercer disco en solitario de la carrera del clásico cantante de FOREIGNER, y el primero con su nueva banda, con dos de sus hermanos, por cierto (que forman la base rítmica del grupo), que supone la vuelta a la acción del legendario vocalista tras una grave enfermedad hace algunos años. Como no podía ser de otra manera, nos encontramos con un correcto disco de hard rock melódico/AOR, de exquisita factura y sonido, y con un Lou ofreciendo retazos de su exquisita voz, algo maltratada por el paso del tiempo, pero sin perder feeling y calidez… aunque ya muy lejos de sus mejores tiempos, no queramos engañar a nadie ni a nosotros mismos. El álbum sale a principios de junio y seguro que saciará las ganas de muchos de sus seguidores de volver a escuchar esos temas de bella factura que siempre compuso y cantó el delgado vocalista de la ensortijada melena rizada (aunque poco queda ya de aquella imagen, todo sea dicho).
Entre los cortes del disco, destacar el buen gusto hardroquero de temas como “Baptized by fire” o la movida “Rattle yer bones”, ese punto clásico y casi funkie/soul de “I wanna testify”, o por supuesto la suavidad marca de la casa en “That´s the way planned it” o el guapo medio tiempo “So great”. En definitiva, un disco interesante dentro del estilo, pero que tampoco merece tirar cohetes una vez que lo sacas del contexto melódico. Hay elegancia y atractivo, además del siempre inevitable ejercicio de nostalgia, pero seguramente haya pocos seguidores de FOREIGNER que pongan este disco al nivel de los clásicos del grupo ni tan siquiera de sus dos trabajos previos en solitario a finales de los 80. De todos modos, aunque ya no se pueda pedir la calidad y chispa de antaño, que no falten nunca en este tipo de discos la clase y el buen gusto, por favor. (David Esquitino)
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