Crónica de WARCRY en Madrid
WARCRY – Madrid, sala
La Riviera (08-11-2014)
WARCRY tenía pendiente la
reválida en directo de su álbum “Inmortal”
en un lugar tan importante y especial para muchas bandas como Madrid. Eligieron
la Riviera, sitio de menor aforo al que nos tienen acostumbrados y, menor aún,
por el tijeretazo a 1800 personas por parte de nuestro querido Ayuntamiento de
Madrid.
Como resultado, los asturianos se
presentaban en Madrid con un montaje a medio gas, aunque muy espectacular e
inteligente y, no sé si por exigencias, carente de pirotécnica y, por supuesto,
ningún tipo de juego con fuego. La próxima vez será... Como punto positivo,
recuperaban la enorme pantalla trasera de su anterior gira, donde se fueron
sucediendo vídeos con la temática de cada una de las canciones. Era una noche
de WARCRY para su público, y más de dos horas y media de intenso concierto así
lo demostraron. Sin teloneros, los asturianos empezaron puntuales a eso de las
ocho y veinte de la tarde con una Riviera en sold-out técnico (se podía caminar por los laterales sin agobios
por la reducción de aforo) rendida a sus pies, dispuesta a disfrutar de un gran
show.
Con una intro de temática egipcia de su nuevo disco, salió el
grupo con “Quiero oírte” como pistoletazo fulgurante de salida. Clásico desde
el primer momento, y compuesto para su público, éste es uno de los temas más
redondos de la trayectoria reciente de WARCRY, y lo saben. Y también supimos con
el primer tema que la banda no nos va a defraudar. Contentos, entregados,
alegres, comunicativos y cañeros, la fiesta empezó, convertida en una comunión
entre el público y la banda, que desgranó muchos de sus clásicos arropando a
bastantes temas de su último trabajo.
Así fueron cayendo temas como “Venganza”,
“La última esperanza”, la siempre impresionante “Perdido”, o “Cobarde”, ésta
última con una especial presentación en contra del maltrato a la mujer y al
miedo que sienten ante esta desafortunada situación. Y nos fuimos dando cuenta
de otro pequeño “pero”: el sonido general no iba a ser lo mejor de la noche.
Sin oírse mal, los técnicos no supieron exprimir el buen sonido que puede dar
La Riviera. Los teclados y la guitarra rítmica brillaron por su ausencia.
Sonido flojo en general ante la baja presencia de las seis cuerdas.
WARCRY I
Siguió avanzando la noche con
toda la banda en estado de gracia y disfrutando. Víctor García, cantando muy
bien y controlando el escenario con esas poses de la casa; Pablo, haciendo
fácil lo difícil a la guitarra, y quizá el más comunicador con el público de
manera gestual; Santi Novoa, eficaz en su trabajo y muy cañero, teniendo en
cuenta las limitaciones de su puesto; y una base rítmica con Roberto García al bajo
y Rafa Yugueros a la batería simplemente impresionante. Especial mención para
Rafa, que se metió un palizón de más de dos horas y media con un set list más bien rápido en su tramo
final.
Además, no quiero dejar pasar en
esta crónica, uno de los puntos que hacen grandes a WARCRY. Aparte de contar
con unos veinte o treinta temas que son himnos de por sí, y que muchas bandas
serían incapaces de componer, WARCRY siguen llevando a bien la cercanía con el
público, el respeto, las bromas constantes al público, sin ser pesados ni hacer
largos parones. Además, se respira un clima de total cordialidad y buen rollo
entre sus miembros que se transmite a los espectadores.
La avalancha de temas siguió en
un concierto largo y con sólo una pausa antes del bis. “Ardo por dentro”, “Amistad”,
“La maldición del templario”, con la intro de voz incluida y un video
impresionante con la catedral de Notre Damme en llamas como protagonista, “Huelo
el miedo”, “La vieja guardia” y “El guardián de Troya” fueron algunos de los
temas que quedaron retratados en este concierto tan especial. La guinda del
pastel la pusieron (con Víctor guitarra acústica en mano) con la interpretación
en vivo por primera vez de “Mi tierra”. Aquello se venía abajo, con un público
cantando a muerte y entregado.
WARCRY II
Y así, desgranando temas,
llegamos al final con “Hoy gano yo”, tema perfecto para
terminar lo que fue un triunfal paso de WARCRY por Madrid, con las pegas de un
escenario algo minimalista para lo que nos tienen acostumbrados y un sonido
que, simplemente, no fue bueno. Eso sí, suplieron estas carencias con temas,
entrega, profesionalidad y pasión. Un diez para WARCRY, y que sigan en este
estado de gracia por muchos años.
Texto y fotos: Javier Paredes
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